VAMPIRO
CAPÍTULO 1 - Vampiro
Érase una vez un niño que no tenía muchos amigos porque era un niño raro.
Un día, yendo a la escuela, le atracaron y se puso muy furioso. Se fue corriendo a su casa.
Al llegar la noche vio una estrella y deseó ser una persona muy fuerte como, por ejemplo, convertirse en un vampiro.
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Al día siguiente, al despertar, vi que a mi boca le había cambiado algo. Me di cuenta de que tenía colmillos. Y me daban alergia los rayos reflectantes del sol. Pensé que me había hecho caso la estrella y...¡Me había convertido en vampiro! Entonces pensé que ya no podría vivir aquí.
Al anochecer probé mis poderes: convertir a gente en vampiro, convertirme en vampiro y poder flotar al dormir.
Al anochecer probé mis poderes: convertir a gente en vampiro, convertirme en vampiro y poder flotar al dormir.
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Al irme de casa, olí a uno de los míos, y le dije:
- Perdón, ¿es usted un vampiro? - le pregunté.
- Sí, soy un vampiro - afirmó - ¿Y tú cómo lo has sabido?
- Porque te he olido - dije.
- ¿Sabes dónde puedo habitar? - pregunté.
- Sí, pero hay que abrir un portal - me dijo.
- ¿Cómo puedo abrirlo? - preguntó.
- Haciendo una aventura - me dijo el señor muy serio.
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(El mapa --> ver arriba)
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Una vez allí, pasado el volcán, ya estaba en el mundo vampírico. El país era grande. Se llamaba Transilvania y había vampiros de todas clases.
Conocí a una vampiresa que era ayudante del vampiro más famoso del país: "El famoso conde Drácula". La vampira y yo hicimos buenas migas. Me dio alojamiento y pensé... ¡que tenía una amiga!
El señor conde me invitó a cenar a su castillo. Fue un lujo. Bebimos sangre fresca y comimos corazón. Al terminar pregunté:
- ¿Has matado algún humano?
- No - dijo.
El señor conde me invitó a cenar a su castillo. Fue un lujo. Bebimos sangre fresca y comimos corazón. Al terminar pregunté:
- ¿Has matado algún humano?
- No - dijo.
CAPÍTULO 2 - La chica
La gran chica que me dio alojamiento me dijo algo raro:
- Gran amigo, ¿quieres venirte a mi casa? - dijo.
- Claro, ¿qué haremos? - dije.
- Jugar a juegos de mesa. ¿Quieres venir a vivir conmigo? , dijo.
- Sí - dije.
FIN
PUBLICADO POR ÓSCAR SÁNCHEZ
¡Me encanta, Óscar!
ResponderEliminarEse final feliz con juegos de mesa es precioso. Por cierto, yo me los imagino jugando a las damas, que es un juego "muy caballeroso" pero, no sé, ¿a qué te los imaginas tú jugando?
Gracias ALCAZAR POR TU COMENTARIO Y A MÍ ME GUSTARÍA JUGAR A LAS CARTAS
ResponderEliminarBueno oye, pues tampoco está mal lo de las cartas, hay juegos muy entretenidos de cartas. A mí hace tiempo me gustaba mucho hacer solitarios. ¿Los conoces?
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